Penguin Durrel Orchestra
La Serendipia del Sonido: Cuando la Música Despierta Recuerdos
La memoria puede ser algo esquivo, una ocurrencia aleatoria que no elegimos cuándo aparece. Sin embargo, cuando surge, a menudo trae consigo un precioso cargamento. Nuestros sentidos son sus cómplices. Así como el aroma del jabón Felce Azzurra me recuerda a la casa de un amigo francés, o la luz que entra por una ventana puede evocar recuerdos de habitaciones donde una vez dormí, es el oído, de una manera mucho más abstracta, el que constantemente me trae recuerdos.
Durante algún tiempo, el algoritmo no había logrado despertar mi interés. Entonces, Penguin Café Orchestra llegó a mis oídos en su bien elegida aleatoriedad, esta vez una "casualidad algorítmica". Música suave, que fácilmente podría haber pasado desapercibida, no lo hizo, gracias a su diversa fauna y flora musical dentro de un mismo ecosistema. ¡Cada canción se siente como un animal! ¡Una flor! Un conjunto con violín y guitarra eléctrica, violonchelo y piano eléctrico me trajo melodías y ritmos que de alguna manera ya había escuchado antes. Definitivamente no sé de dónde habéis salido. Es folk, minimalista y algo transgresor para lo tranquilo que suena.
La orquesta, formada en 1976 tras una reflexión de su fundador Simon Jeffes sobre el valor del azar y la espontaneidad en la vida, tuvo un recorrido notable. Si bien sus miembros cambiaban a la par que sus instrumentaciones, compartían un recuerdo común: una línea filosófica que afinar en su música.
Fue al escuchar "Air À Danser", un tema de su álbum de 1981, cuando mi alerta sonora activó un recuerdo temprano: la música de "Los Durrells", una serie británica de 2016 basada en los libros e historias de Gerard Durrel sobre su familia ("Mi familia y otros animales", "Bichos y demás parientes" y "El jardín de los dioses"). La serie se desarrolla en la isla de Corfú, Grecia, siempre acompañada de una banda sonora que mezcla la música tradicional griega con la orquesta occidental. Sus compositores, Ruth Barret y John Wygens, crean de una forma divertida y aparente una música colorida donde la técnica del split (división de la melodía en instrumentos) está presente en muchos de sus temas. Utilizan la instrumentación imponiendo un sentimiento que ahonda en cada una de las historias que vive la familia en la isla. En su introducción y en ciertos temas compuestos para la serie, podemos encontrar instrumentaciones y armonías propias de la cultura griega. El Bouzouki o guitarra del sol se entremezcla con secciones de cuerda, así como la participación del coro de The San Giacomo Corfu Choir.
Para ser específicos, el recuerdo me llega en el tema "Swimming". Una rueda de acordes para ukelele y guitarras griegas, panderetas y laúdes griegos mezclados entre ritmos. Volviendo a los pingüinos, ellos hacen un punteo bastante similar, también jugando con las guitarras y cuerdas y cantando por encima melodías que, aunque nadie confirme su inspiración original, podrían venir de una tradición mediterránea.
Entre olores se nos hace complicado si no tenemos el mismo contenido del que sale; o al menos el continente. Con la luz necesitaríamos al menos una fotografía bien hecha, ya sea analógica o digital. Con la música podríamos escucharlo de la siguiente manera. Un tema tras otro. A pesar de que existen diferencias entre estos genios genuinos británicos, la canción podría funcionarnos una por la otra. Es la nostalgia que me pesa en el recuerdo la que diferencia estas dos canciones, aunque la emoción que transmiten es la misma: la del azar de la vida ¡Os dejo los enlaces! :)
11/02/2024, Miguel Valriberas.